La lectura es fundamental en el progreso del pensamiento y del lenguaje, y es clave en la adquisición de las asignaturas curriculares. Sin embargo, algo que tendemos a olvidar es que también puede tener grandes beneficios en el desarrollo de la Inteligencia emocional, especialmente durante las etapas de Infantil y Primaria, y que con sencillos trucos y actividades podemos realizar grandes avances.
Beneficios emocionales de la lectura
Los cuentos tienen la capacidad de transportarnos a otras situaciones y ponernos en la piel de personajes muy dispares. De esta manera, la lectura rompe nuestros esquemas, nos expulsa de la zona de confort y nos enfrenta a realidades que ponen en juego, entre otras, las siguientes habilidades emocionales:
- El conocimiento de las propias emociones y su gestión.
- El descubrimiento de las motivaciones e intereses propios.
- El conocimiento de las emociones de los demás y la empatía.
Como maestros hemos de ser conscientes de que, con algunas pequeñas ideas, es posible trabajar estas habilidades con nuestros alumnos desde edades tempranas. A continuación, mostramos dos ejemplos sencillos para ayudar la capacidad de reconocer las emociones en otros con niños de entre 6 y 10 años.
Ejercicios para trabajar la educación emocional con los cuentos
Actividad 1. Mi mapa de emociones
Objetivo: Aprender a identificar las emociones de los demás a través de su gestualidad
Os propongo crear conjuntamente, con la ayuda del grupo clase, un mural donde se recopilen las emociones que han aparecido a lo largo del cuento que habéis leído. Como son pequeños y puede que todavía no tengan demasiada soltura con la identificación emocional, deberéis ir personaje por personaje y el maestro deberá guiar mucho la actividad. Para hacerlo, puede utilizar preguntas como estas: ¿Cómo creéis que se debe haber sentido el protagonista cuando ha perdido su juguete?, ¿y después al encontrarlo?, ¿vosotros cómo os habríais sentido?, etcétera.
A continuación, buscad fotografías en revistas y periódicos de personas que penséis que están sintiendo esas emociones que habéis escogido para el mural. Las utilizaremos para aprender a reconocer los elementos gestuales que nos permiten identificar si una persona está triste, enfadada, sorprendida, etcétera.
Para que la actividad fluya mejor, nos ayudará apropiarnos de casos reales y cercanos que el niño conozca bien. Así podemos preguntar a nuestros alumnos lo siguiente: ¿cómo reconocéis cuándo mamá está enfadada?, ¿cómo se le pone la cara?, ¿por la cara, creéis que el señor de la fotografía está enfadado o triste?, ¿os recuerda a alguien su expresión?
Actividad 2. Personajes contrarios
Objetivo: Aprender a conocer las emociones de los demás a través de su apariencia física y comportamiento.
Diremos a nuestros alumnos que escojan un personaje que les haya gustado (o no) al finalizar la lectura del cuento y les pediremos que busquen elementos de su aspecto o su comportamiento que muestren alguna emoción: “Creo que está triste porque siempre viste de negro”, “creo que está contento porque sonríe”, “me parece que es feliz porque siempre canta.”Es una actividad compleja, por lo que sería bueno hacerla en parejas o en grupos.
A continuación, pediremos a los estudiantes que concreten esta emoción en frases cortas o adjetivos que nos permitan conocer con el máximo de detalle posible cómo es este personaje. Por ejemplo, podemos decir esto: “Sé que es un personaje que está contento normalmente porque canta, viste camiseta amarilla y ropa de color vivo; en las imágenes del cuento además he visto que sonríe y los ojos los tiene grandes y alegres, etcétera.”
Cuando tengamos la descripción completa, la invertiremos; es decir, buscaremos o inventaremos los contrarios para cada una de las frases que tenemos apuntadas y dibujaremos ambos personajes, uno al lado del otro. De esta manera, podremos observar la representación de dos emociones contrarias a través de dos personajes y ver cómo se traducen estas emociones a gestos y comportamientos.
Rocío López Valdepeñas es maestra especialista en innovación educativa y emprendimiento.
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