Aprendizaje cooperativo: qué es y cómo implementarlo – Parte 1
El aprendizaje cooperativo defiende que aprender debería ser una actividad
social y colaborativa. Pero esta metodología va mucho más allá del típico
trabajo en grupo o de la actividad de campo. Su estructura depende del apoyo y
la retroalimentación que los alumnos se dan entre sí.
¿Qué es el aprendizaje cooperativo?
De acuerdo con Robert Slavin,
director del centro de investigación y reforma en educación de la Universidad
Johns Hopkins, el aprendizaje cooperativo es un sistema de trabajo para el aula
en donde los alumnos se dividen en pequeños grupos y cada integrante es
responsable de una o varias tareas en específico. Por lo tanto, el éxito
depende del trabajo de todos los miembros del equipo.
La finalidad de este modelo es potenciar el aprendizaje aprovechando como
motor el interés social natural de los jóvenes. De esta forma, los chicos
intercambian y complementan su información, buscando aumentar sus propios
logros, pero también los de sus compañeros.
¿Cómo se integran los equipos en el
aprendizaje cooperativo?
Para que funcionen de manera óptima, los grupos cooperativos deben estar
compuestos por una mezcla de alumnos con diversos niveles de aprovechamiento:
- dos o tres estudiantes promedio
- un alumno por arriba del promedio
- un alumno por debajo del promedio
Los estudiantes no deben formar sus propios equipos ni deben tener la
opción de cambiarse a otro. La idea es que los estudiantes trabajen con los
mismos compañeros una vez al año, por lo que, de ser posible, los grupos deben
cambiarse aproximadamente cada dos meses, pero el número de alumnos en clase es
un factor para determinar estos tiempos.
5 elementos clave del aprendizaje
cooperativo
Para diferenciar el aprendizaje cooperativo de un simple “trabajo en
equipo”, los maestros, en su rol de facilitadores de la metodología, deben
asegurarse de que existan 5 elementos clave:
- Interdependencia positiva: Cada miembro del grupo debe entender que su
esfuerzo es benéfico para sí mismo y también para los demás integrantes
del equipo. Esto se logra estableciendo objetivos en común, dividiendo las
tareas y los materiales e integrando una evaluación que tome en cuenta el
trabajo de cada miembro de forma individual y de todos en conjunto.
- Responsabilidad individual: Se puede definir con la frase “los
estudiantes aprenden juntos, pero ejecutan de manera individual”. Esto
previene los típicos casos del compañero que no aporta al trabajo en
equipo, pero que recibe la calificación que se ganan los que sí
trabajaron. Para lograrlo, tanto el objetivo del equipo como el objetivo
de cada individuo deben ser claros y medibles.
- Interacción cara a cara: Cuando los estudiantes promueven el
aprendizaje entre ellos mismos, ocurren actividades cognitivas y dinámicas
interpersonales realmente importantes. Los alumnos discuten sus puntos de
vista, comparten sus conocimientos y aprenden sobre lo que otros
compañeros aportan.
- Habilidades interpersonales y de trabajo en
grupo: El trabajo cooperativo
promueve el aprendizaje de contenidos curriculares al tiempo que fortalece
habilidades como el liderazgo, la toma de decisión, la comunicación
efectiva, la construcción de confianza y la resolución de conflictos.
- Análisis: Después
de completar su trabajo, los estudiantes deben tener tiempo y herramientas
para analizar su desempeño, tanto académico como interpersonal. El
objetivo debe ser encontrar los puntos a mejorar para el siguiente
proyecto.
Los beneficios del aprendizaje
cooperativo
De acuerdo con documentos del departamento de aprendizaje de Penn State University, los beneficios del
aprendizaje cooperativo son numerosos y van desde al aumento en el
aprovechamiento en el salón hasta el mejoramiento de las redes colaborativas de
los alumnos.
Aquí enlistamos algunos de los beneficios más significativos:
- Aumento en el aprovechamiento de los individuos y
del grupo.
- Aumento del nivel de retención de los
conocimientos.
- Los alumnos amplían su círculo de amigos y tienen
relaciones más positivas.
- Al aumentar el aprovechamiento de los alumnos por
debajo del promedio, aumenta también su autoestima.
- Mejora la actitud de los alumnos hacia la escuela
y hacia los maestros.
- Los alumnos se ven más motivados a ayudarse entre
sí.
- Los estudiantes que explican las lecciones a
otros compañeros refuerzan sus propios conocimientos.
Al trabajar en grupo, los estudiantes logran mucho más que haciéndolo solos
porque tienen la oportunidad de discutir conceptos con compañeros que tienen el
mismo nivel de conocimientos. Se pueden apoyar entre ellos, fortalecen su
criterio y aprenden a considerar las opiniones de otros antes de llegar a sus
propias conclusiones.
Consejos para poner en práctica el aprendizaje cooperativo, además de algunos ejemplos de actividades para el salón de clases. ¡No se lo pierdan!
Aprendizaje cooperativo: qué es y cómo implementarlo – Parte 2
En nuestra publicación anterior, revisamos qué es el aprendizaje
cooperativo y cuáles son los beneficios de implementarlo en el aula (si no lo
han leído, pueden hacerlo aquí).
Pero, ¿cómo podemos implementar actividades de aprendizaje cooperativo en clase
sin que se pierda el orden en el salón? ¿Cómo podemos asegurarnos de que
realmente todos los miembros del equipo participe y adquiera conocimientos?
En esta publicación hablaremos sobre consejos para implementar esta técnica
en el salón de clases y también les daremos algunos ejemplos de actividades de
aprendizaje cooperativo para los niños.
Consejos
para implementar actividades de aprendizaje cooperativo en clase
Para asegurar que el aprendizaje cooperativo sea un éxito y que las
actividades en grupo no se salgan de control en el salón de clases, tenemos
algunos consejos que se pueden implementar fácilmente:
Aclara las indicaciones
Antes de repartir los materiales de trabajo, asegúrate de dar las
instrucciones completas del trabajo a realizar. Como cada integrante del grupo
debe desarrollar actividades diferentes, asegúrate de que todos comprendan
exactamente lo que deben hacer.
Acuerda junto con los niños las señales que usarás para llamar su atención
Es probable que durante las actividades de aprendizaje cooperativo
necesites llamar la atención del grupo. Para que esto no se vuelva un
distractor mayor, acuerda con ellos una señal. Algunos ejemplos pueden ser
aplaudir dos veces, sonar una campaña, poner alguna alarma musical o levantar
tu mano.
Si dos o más grupos te hacen la misma pregunta, lo ideal es detener el
trabajo y abrir un espacio para aclarar dudas y responder preguntas
Algunas veces las cosas parecen obvias para los maestros, pero los niños
pueden tener dudas. En lugar de repetir y repetir las mismas respuestas,
utiliza la señal acordada para que todos se detengan y aborda el tema con todo
el grupo.
Establece un sistema para monitorear cuánto ruido puede haber en el salón y
las consecuencias si los niños se exceden
Por ejemplo, puedes usar música suave y explicar a los niños que, si dejan
de escuchar la música, quiere decir que están haciendo mucho ruido. También
funcionan los apoyos visuales, como un semáforo, donde puedas indicarle a los
alumnos que están cayendo en zona roja.
Puedes implementar “advertencias personales” y “advertencias grupales”.
Cuando un alumno recibe tres advertencias personales, deberá separarse del
trabajo en grupo y avanzar por su cuenta unos minutos. Si todo el salón excede
tres advertencias grupales, la actividad se detiene y deberán continuar
trabajando de forma individual.
Utiliza un temporizador para dar a los alumnos un tiempo límite para
entregar resultados
Si los estudiantes saben que cuentan con tiempo limitado trabajarán de
manera más dedicada y no perderán el tiempo con distracciones. Lo mejor sería
que el temporizador sea visible para todos y, adicionalmente, puedes ir dando
avisos de tiempo, por ejemplo “quedan 10 minutos”.
3 acciones
para los maestros mientras monitorean el trabajo de los niños
Los maestros deben asegurar que los niños efectivamente estén trabajando
juntos y de forma eficiente, por lo que deben observarlos y monitorear
continuamente todos los grupos de trabajo.
Aquí hay 3 cosas que puedes hacer mientras caminas por el salón:
Dar retroalimentación: Si algún grupo tiene dudas, puedes darles algunos ejemplos o reforzar
lo que deben hacer.
Animar y reconocer: Date el tiempo de reconocer los avances de los alumnos y anímalos a
seguir trabajando en grupo.
Reforzar: Si notas que algún alumno está quedando fuera del trabajo grupal,
refuerza lo que debe hacer y anímale a integrarse más activamente.
Actividades
de aprendizaje cooperativo para el salón de clases
Antes de comenzar con los ejemplos de actividades debemos recordar que, de
acuerdo con el Dr. Spencer Kagan,
especialista en aprendizaje cooperativo, los niños deben dividirse en grupos
cooperativos compuestos por una mezcla de 4 ó 5 alumnos con diversos niveles de
aprovechamiento para trabajar:
- dos o tres estudiantes
promedio
- un alumno por arriba del
promedio
- un alumno por debajo del
promedio
Una vez teniendo esto en cuenta, les compartimos algunos ejemplos de
actividades que pueden implementar en el aula.
Pensar, discutir, compartir
Este ejercicio busca que todos los alumnos hagan reflexión sobre el tema
visto en clase. Para esto, cada miembro del equipo “piensa” en una pregunta al
respecto de la lección que se acaba de revisar. Después discute la respuesta
con otro compañero y comparten sus puntos de vista. Finalmente, platican sus
conclusiones con su equipo y con el resto de la clase.
Todos participan
Esta técnica funciona muy bien para la discusión de temas que tienen más de
una respuesta correcta. Primero, un integrante de cada equipo debe ser
designado como el escribano del grupo. Después, a cada grupo se le asigna una
pregunta o situación que deben discutir, por ejemplo, “¿qué harías si supieras
que quieren construir un edificio en el parque de tu colonia?”. Cada estudiante
del equipo da su respuesta y el escribano debe tomar notas. Al final, entre
todos debatirán sobre las implicaciones de cada respuesta.
Numerarse
Cada miembro del grupo recibe un número (1, 2, 3, 4, etc.). El maestro
entonces hace una pregunta y los equipos deberán discutir su respuesta. Cuando
el tiempo de discusión se agote, el maestro pedirá la respuesta de un número en
específico y solamente el alumno de cada grupo que tenga ese número podrá
hablar. Esta técnica es efectiva para asegurarse de que todos los alumnos
realmente están involucrados en la actividad. Para que sea una actividad más
aleatoria, el maestro puede tener tarjetas con números y sacar una al azar para
elegir el número que responde.
Revisión en 3 pasos
Los alumnos se dividen en equipos y el maestro comienza a dar la lección de
manera normal. Mientras la clase avanza, el maestro se debe detener y dar 3
minutos para que cada equipo revise lo que han aprendido y se pregunten entre
sí si es que tienen alguna duda. Si hay alguna pregunta que no se pueda
responder al interior de un equipo de trabajo, otros equipos pueden responder o
puede hacerlo el maestro si es que nadie sabe la respuesta.
* * *
Al aplicar actividades de aprendizaje cooperativo los niños estudian y trabajan en conjunto. Discuten diversos temas y debaten alternativas, formando así su criterio. Resuelven problemas y crean productos y presentaciones juntos. Confrontan el desacuerdo y ejercitan la frustración y el consenso. Refuerzan sus conocimientos unos con otros, al tiempo que toman responsabilidad por la parte del trabajo que les corresponde. Al final, el que cada alumno se encuentre motivado de forma individual, colabora a que el salón de clase tenga un ambiente dinámico y eficiente.
¿Han aplicado actividades de aprendizaje colaborativo en su salón de
clases? ¿Qué ejercicios les han dado buenos resultados? Esperamos sus
respuestas en la sección de comentarios.
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