Tiene más de 35 años de experiencia en la docencia y en la dirección de centros educativos, gran parte de ellos en el Colegio Montserrat de Barcelona, durante los cuales se ha dedicado a impulsar el cambio y la innovación (de hecho, la comunidad educativa utiliza el hastag #SorInnovación para referirse a ella en Twitter). Licenciada en Filosofía y Letras, ha completado sus estudios en Estados Unidos, Suecia e Italia. Del Pozo es, además, ponente habitual en congresos, cursos y conferencias. En la actualidad, Montserrat del Pozo es responsable de los Colegios de la Congregación de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.
¿Por qué decidieron aplicar la Teoría de las Inteligencias Múltiples en su centro?
Hay teorías muy innovadoras, totalmente diferentes, que al escucharlas por primera vez y darte cuenta de lo acertadas que son, hacen exclamar: “Claro, ¿cómo no se nos había ocurrido antes?”. Y eso es lo que pensamos nosotras, en 1996, cuando descubrimos la teoría de Howard Gardner, y el motivo por el que en 2003 viajamos a Harvard para conocerle y escucharle. Hacía tiempo que el equipo directivo del colegio estaba preocupado por los datos de fracaso escolar y, por otra parte, siempre estábamos atentos a cómo optimizar el aprendizaje. Y esta teoría nos pareció tan eficaz y adecuada que decidimos integrarla en el curriculum.
¿Qué beneficios aporta?
Apostábamos por la enseñanza para la comprensión. Todos los alumnos son diferentes, por tanto, ¿por qué deben aprender lo mismo, de la misma manera y en el mismo momento? Fue una decisión basada en el conocimiento de los alumnos y comprobamos que aporta grandes beneficios al aprendizaje, porque reconoce las diferencias de cada uno e incluye la diversidad. Al principio, su implantación no fue fácil, ya que los cambios generan recelos y suspicacias, provocan miedos y hacen perder seguridad. Además, la comunidad educativa de un centro es compleja y variada, y es necesario contar con todos, pero hoy los resultados convencen. Valorar las distintas inteligencias, reconocerlas, saber que todo alumno es inteligente o buscar oportunidades para que todas se puedan manifestar lleva consigo un gran cambio de perspectiva para los profesores, para las familias y para los propios alumnos. Pero es un cambio valorado por todos, por los grandes beneficios que reporta y por los horizontes que abre.
¿Cómo se identifican las fortalezas o inteligencias?
Como muy bien aconseja Gardner a las familias, si quieren conocer en qué destaca su hijo, ofrézcanle muchas oportunidades: llévenle a un museo, un laboratorio, una biblioteca… Obsérvenle y descubrirán qué inteligencia tiene más desarrollada. Este mismo consejo es también válido para los maestros. La observación de un alumno ante diferentes oportunidades es fundamental para descubrir dónde se manifiestan sus centros de interés. También el mismo alumno se las reconoce.
¿Qué hacer con sus carencias?
Potenciarlas. Cuando se ofrecen muchas y variadas oportunidades, cuando en los proyectos se presentan actividades diferentes, el maestro como tutor y guía le puede orientar hacia dónde es conveniente poner el acento, qué inteligencia fomentar, cuál trabajar más, qué posibilidades puede descubrir, aun en aquéllas que parecen menos desarrolladas. Hay verdaderas sorpresas. El mismo Howard Gardner explica que él potenció una de sus inteligencias, que no era precisamente su fortaleza, y consiguió desarrollarla con éxito. Fruto de las muchas peticiones que tuve en este sentido me llevó a publicar en 2005 el libro ‘Las Inteligencias Múltiples en el colegio Montserrat. Una experiencia a compartir’ [editorial tekman Books].
¿Cómo han completado su curriculum respecto al oficial?
Incorporando nuevas materias que dan respuesta a las necesidades del momento actual. Así, los alumnos cursan ‘Be entrepreneur’ o emprendedores sociales desde 2008, una materia que se imparte en inglés y en la que un grupo de alumnos crea su propia empresa con fines éticos. Por su parte, la materia ‘Aprendizaje y servicio’ proporciona a los alumnos la oportunidad de investigar necesidades y prestar un servicio, mientras que ‘Film’ los forma en Imagen y Sonido. Por las posibilidades que ofrecen, también la robótica y el ajedrez están en el curriculum de Primaria y de Secundaria. Además, el trabajo por proyectos de comprensión, interdisciplinares y/o inteligentes es una característica de nuestro curriculum que quiere que se aprenda para la vida y en la vida todo va entrelazado. Fácilmente se comprende que nuestro curriculum no sólo incluye el oficial, sino que va mucho más allá. Su transformación nos ha llevado a buscar metodologías activas, diferentes, basadas en las Inteligencias Múltiples y en las que el trabajo cooperativo tiene un papel decisivo. De igual modo, es fundamental facilitar que cada alumno piense, genere su propio pensamiento crítico y creativo, y sobre todo sea el protagonista de su aprendizaje.
Estos cambios han supuesto también modificar su forma de evaluar al alumno.
Transformar el curriculum y la metodología forzosamente lleva a cambiar la evaluación. No se trata de algo fácil. La evaluación es la reguladora del aprendizaje, de ahí que sea imposible identificarla con un ejercicio final. Por la importancia que tiene el proceso en todo aprendizaje, la evaluación ha de ser constante; debe partir de la observación directa y documentada de cada alumno por parte de todos los profesores, y ha de contar también con la autoevaluación del propio alumno. Es muy interesante la evaluación entre iguales, que requiere unas características concretas.
Al iniciar cualquier tema es fundamental concretar los criterios que se utilizarán para facilitar la evaluación a alumnos y maestros. Una herramienta muy valiosa es el portfolio que cada alumno elabora y que recoge ejercicios, experiencias, trabajos y reflexiones acerca de una materia o del curso en general que él considera importantes y justifica su elección.
Al iniciar cualquier tema es fundamental concretar los criterios que se utilizarán para facilitar la evaluación a alumnos y maestros. Una herramienta muy valiosa es el portfolio que cada alumno elabora y que recoge ejercicios, experiencias, trabajos y reflexiones acerca de una materia o del curso en general que él considera importantes y justifica su elección.
Todas sus innovaciones suponen tiempo y recursos, ¿cuáles son los puntos clave en la gestión del cambio?
Un equipo directivo convencido y entusiasmado, que contagie al claustro, es el motor del cambio. Cuando las ideas están claras, los recursos se encuentran. Siempre recuerdo a un grupo de niños de un colegio en una zona muy marginal que jugaban al ajedrez con tableros y fichas hechas por ellos. Los protagonistas del cambio, con o sin materiales, son los profesores. Nosotras hemos desarrollado todo este cambio en Camerún (África) con muy pocos medios y los resultados son muy satisfactorios.
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