7 juegos de mesa con potencial educativo.

El profesor Óscar Recio nos explicaba las posibilidades educativas de los juegos de rol y tablero en el aula, una interesante metodología para aquellos docentes que quieran lanzarse a introducir la gamificación en sus clases. Continuamos ampliando este tema gracias a la documentación que el propio Óscar Recio ha preparado junto a Jorge Etchegoyen y que nos ha sido de gran utilidad para la redacción de este artículo. ¡Toma nota!

Las razones por las que utilizar un juego de mesa en el aula pueden ser muchas: cubrir una determinada necesidad pedagógica, centrarse en una lección específica, reforzar conocimientos, evaluar el contenido aprendido… Pero, ante todo, los juegos deben ser una experiencia divertida, una herramienta estimulante y motivadora para predisponer a los estudiantes a un aprendizaje más activo.

Jugando podemos aprender a integrar conocimientos que tienen una vertiente académica o curricular positiva, además de trabajar valores y poder desarrollar las habilidades intra e interpersonales, contribuyendo al desarrollo físico, cognitivo y social. ¿Te apuntas a probarlo en tus clases?

A continuación, te hacemos una selección que puede serte muy útil para comenzar a utilizar los juegos de mesa en el aula, con 7 propuestas y sus aplicaciones en el aula:

1. Érase una vez: Consiste en un juego de cartas narrativo que está pensando para fomentar la creatividad y la colaboración, para jugadores a partir de 6 años. Permite trabajar la competencia lingüística, la creatividad, el aprendizaje cooperativo, la expresión oral…
2. Storycubes: Más que un juego, nos encontramos con una herramienta de múltiples usos que puede utilizarse desde los 4 años y para diferentes franjas de edad. Se trata de una serie de dados con diferentes dibujos, 54 conceptos en total que pueden generar más de 10 millones de combinaciones con las que inventarse una historia. Perfecto para el desarrollo de la improvisación, expresión oral y comprensión oral.
3. Isla prohibida: Quizá ya has oído hablar alguna vez de este emocionante juego colaborativo, en el que los jugadores tratan de hacerse con los tesoros de una mítica isla misteriosa antes de que las aguas la cubran por completo. Son muchas las áreas curriculares en las que podría utilizarse para alumnos y alumnas de partir de 8 años: biología, ciencias sociales, matemáticas, historia, ciencias naturales… pero, sin duda, la mejor parte se debe a la necesidad de cooperar y dialogar entre los participantes. ¡No se puede dejar a nadie atrás!
4. Sherlock Holmes, detective asesor: Un juego (o, más bien, una experiencia) para niños y niñas desde los 11 años. Y decimos una experiencia porque se sale completamente de la idea preconcebida que podemos tener de los juegos de mesa. Es, más bien, como adentrarte en la época y sociedad de este conocidísimo detective, pero al estilo de los libros de Elige tu propia aventura. Permite trabajar la comprensión lectora, la escucha activa y la atención, la inducción y deducción, el análisis de textos, la negociación y el consenso…
5. Timeline: Se trata de un juego de cartas muy sencillo que consiste en ubicar temporalmente eventos históricos, y cuyo tema varía según la versión del juego. Existen, por el momento, 8 ediciones de Timeline: Inventos, Eventos, Descubrimientos, Monumentos, Arte y literatura, Música, Deportes y una llamada Multitemático. Un juego para utilizar desde los 10 años, pero adaptable para edades inferiores, y genial para las áreas de Historia o Ciencias Naturales.
6. Dobble: Se trata de un juego de cartas redondas, cada una con 8 objetos dibujados, que puede jugarse de 5 maneras diferentes (¡quizá incluso encuentras la tuya propia!), y que puede ser muy útil para trabajar la atención o la percepción espacial. El docente Alejandro Tinoco nos explica cómo utilizarlo en el aprendizaje de vocabulario de idiomas en este artículo. A partir de 7 años.
7. Dix it: No puedes perderte este precioso juego, una genial propuesta para trabajar la competencia lingüística y la creatividad a partir de 8 años. Consiste en 84 cartas con ilustraciones oníricas, ambiguas, que son la base a partir de la cual los jugadores tienen que decir ideas o frases que les inspiran. ¿Y si en educación artística nos animamos a crear nuestras propias cartas?

Es importante recordar que siempre será necesario adaptar el juego a las necesidades concretas de tus estudiantes y la realidad del aula. Por ejemplo, muchos juegos no contemplan un número de jugadores mayor de 10, un hecho que sería necesario modificar si queremos que participen todos los alumnos y alumnas en una misma partida. O también es habitual que el objetivo del juego sea competir, una mecánica que la mayoría de veces podemos adaptar para que se pueda jugar de manera cooperativa.
Fuente: http://blog.tiching.com/7-juegos-de-mesa-con-potencial-educativo/?utm_content=CMPJuegosMesa&utm_medium=referral&utm_campaign=cm&utm_source=twitter